miércoles, 6 de junio de 2012

Conseguido y concedido


Romero dice que la combinación entre lo que se consiguió y lo que se concedió, revela la compleja relación establecida entre los trabajadores y el Estado, explicando que los términos en que ésta relación se había desarrollado previo a las elecciones, se modificaron radicalmente luego del triunfo de Perón. Perón ordenó la disolución de los distintos nucleamientos que lo habían apoyado (entre ellos el Partido Laborista), por los conflictos entre laboristas y radicales renovadores; los viejos sindicalistas aspiraban a conducir una acción política autónoma, solidaria con Perón, pero independiente. La decisión, que culminaría en la creación del Partido Peronista, fue al principio resistida, pero en definitiva, solo Cipriano Reyes se enfrentó con Perón, ganándose así una persecución; en enero de 1947, Perón eliminó de la dirección de la CGT a Luis Gay, un veterano gremialista del Partido Laborista y uno de los propulsores del proyecto autónomo, y lo reemplazo por un dirigente de menor cuantía, indicando así la voluntad de subordinar al Estado la cúpula de movimiento obrero. Otra vez no hubo resistencias: según Romero, probablemente, para los trabajadores, “la solidaridad con la que había hecho realidad tantos beneficios importaba más que una autonomía política cuyos propósitos, en ese contexto, no resultaban claros”.