El Estado debía relacionarse con cada uno de los sectores de la sociedad, que era considerada una comunidad, no como la sumatoria de individuos, y se aspiraba a que cada uno de ellos se organizara para así constituir su representación corporativa; se aspiró a organizar a los empresarios, reuniendo en la Confederación General Económica a todas las representaciones sectoriales y también se intentó redefinir las relaciones con las grandes corporaciones tradicionales.