miércoles, 6 de junio de 2012

La compra de los ferrocarriles


Gran Bretaña no aceptó las presiones norteamericanas para restringir sus compras en la Argentina. Además, estaban en juego las libras argentinas bloqueadas en Londres durante la guerra y las inversiones británicas radicadas en el país. La magnitud de las deudas británicas hacía que el pago de las libras fuera algo impensable. Por otro lado, la situación de las empresas ferroviarias, la descapitalización y obsolescencia, y la pérdida general de rentabilidad hacían conveniente para los británicos desprenderse de ellas: luego de una compleja negociación, Argentina arregló la compra de los ferrocarriles por un valor similar a las libras bloqueadas, y un acuerdo sobre venta de carne, que sería en lo sucesivo pagada en libras convertibles.

Ahora, ¿qué ocurre? Se trataba claramente de un éxito británico, ya que los ferrocarriles no eran los mejores, pero por otro lado, Argentina no tenía mejor opción. “La crisis financiera británica de 1947 y el abandono de la convertibilidad de la libra acabó con la única ventaja importante obtenida”.