El 17 de octubre
de 1945, una multitud se concentró en la Plaza de Mayo reclamando por la libertad de Perón
y su restitución a los cargos que tenía. Lo llamativo de esta manifestación fue
su composición, que resultó ser mayoritariamente obrera; el hecho de que este
sector social se manifestase de tal forma, coronaba un proceso de crecimiento,
organización y politización de dicha clase.